
Tenía previsto volar con Easyjet de Madrid a Oporto el 3 de julio, y de la ciudad portuguesa a la capital del Reino el 7 del mismo mes. Dos billetes a los que hay que añadir los otros dos de la santa (de hecho, ella es la que propuso ir a la tierra de la Ribeira, el Bolhao, do Cerco…y los pasteles). Además, Oporto está en avión tan cerca como Málaga o Mallorca.
La idea inicial era volar con Easyjet. Esta compañía low cost es de nuestro agrado por su relación calidad-precio; porque es más seria que la líder de bajo coste; porque tiene unos tripulantes muy atentos; y, por qué no decirlo, porque es mucho más barata que las líneas aéreas regulares españolas y la portuguesa. Ideal, pues, para un vuelo de corta duración (Easyjet extiende a todo el verano las cancelaciones).
Todo estaba previsto para hacer las reservas en esta aerolínea (también miramos el hotel boutique español situado al lado de la plaza do Bathala) cuando leímos las sorprendentes informaciones anunciadas por la propia Easyjet: que extendía las cancelaciones a todos los destinos (no solo a Hurgada) básicamente por problemas de personal… Y, ante la incertidumbre (y la inquietud) desistimos de volar con Easyjet (Mano dura con Easyjet).
Me cuesta creer la decisión de la compañía de no garantizar los vuelos. Nunca había visto nada igual en la historia de la aviación comercial. Los competidores se estarán frotando las manos. Incrédulo, releí dos veces la información de la agencia Efe y luego los artículos de Preferente. Falta de personal…
(Viajaré a Oporto en la fecha arriba indicaba, pero en una competidora de Easyjet, no por la falta de personal sino por la escasez de talento de sus directivos)
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Autor/a: Miguel Praga
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